miércoles, 6 de abril de 2011

¿Apuestas?

+ Ya sabes lo que dicen, quien no arriesga no gana. Hay que apostar y cruzar los dedos, como en una ruleta.
- Ya, ¿y qué pasa si llevas toda tu vida apostando al rojo y siempre te sale negro?
+ No pierdas la esperanza. Sigue apostando al rojo. Tarde o temprano, saldrá.
- ¿Cómo se traduce eso?
+ Pues es fácil. Tú quieres encontrar a alguien que te quiera como eres, ¿no?
- Sí, ése sería el rojo. Pero en vez de eso todos los que encuentro resultan ser negros, como la huella que dejan tras de sí al abandonarme.
+ No pierdas la esperanza. Sigue apostando al rojo, sin importar cuántas veces salga negro. Y cuando menos te lo esperes, lo conseguirás.
- ¿Y cómo sabré que es él?
+ Créeme, lo sabrás. No será un negro mal teñido de rojo, será un rojo brillante, tanto como la sangre.
Y la ruleta sigue girando sin parar...